«En realidad, hay dos especies de utopías: las utopías proletarias
socialistas que gozan de la propiedad de no realizarse nunca, y
las utopías capitalistas que, desgraciadamente, tienden a realizarse
con mucha frecuencia».
«Hacen falta mapas estratégicos, mapas de combate, porque estamos en
guerra permanente, y la paz es, en ese sentido, la peor de las
batallas, la más solapada y la más mezquina».
«Las cárceles, los hospitales y las escuelas presentan similitudes
porque sirven para la intención primera de la civilización: la coacción».
«Todo el pensamiento moderno es permeado por la idea de pensar lo imposible».
«Las cárceles, los hospitales y las escuelas presentan similitudes
porque sirven para la intención primera de la civilización: la coacción».
«Todo el pensamiento moderno es permeado por la idea de pensar lo imposible».
Michel Foucault
Te cuidan, te arropan, te dan seguridad... duerme mi niño, duérmete ya, que si no llegará la justicia y te encerrará.
La paz en este sistema es imposible, la policía como órgano cuyo papel se fundamenta el la gestión del desorden y la distopía social, arropados por un sistema judicial fundamentado en una dicotomía entre legalidad-ilegalidad, y una gestión de los diferentes ilegalismos.
Soy normal, hago una vida normal... normal es... pues... no lo sé definir con certeza, así que como no me encuentro interno en un psiquiátrico ni recluido en una prisión, supongo que seré normal.
Policía vigilando las calles en Italia para que se cumpla el estado de emergencia.
¡Redención! El imperio se resquebraja, el no pasa nada se hunde en una espiral de incertidumbre y miedo... Y bien, ¡la guerra!
El periódico ABC publicaba el siguiente artículo el 30 de marzo:
El periódico ABC publicaba el siguiente artículo el 30 de marzo:
Llamadas a las revueltas
Las llamadas a la revuelta se extienden como la pólvora en las redes sociales. En Facebook se ha abierto el perfil de un grupo llamado «Noi», que anima a la revuelta con un eslogan: «Recuperar lo que nos quitan». En pocas horas contaba con cientos de seguidores, algunos de los cuales se organizan mediante chat. Sus mensajes no dejan lugar a dudas. Hay quien dice: «Quienes estén listos para la guerra el día 3 (fecha prevista para el final de la emergencia, aunque se da por seguro que el gobierno decretará una prórroga), lo debe escribir aquí abajo», «debemos romper todos los supermercados». Otro escribe: «El problema es inmediato, los niños deben comer».
Parecido es el mensaje de Alejandro: «Yo no espero a abril, estoy sin un euro, mi familia debe comer». Muchos ponen videos, mostrando su identidad, llamando a la revuelta social, haciendo ver sus propios hijos. Luky grita en uno de esos vídeos: «En casa pueden estar los que tienen un salario fijo, si nosotros debemos estar encerrados, el Estado nos tiene que llevar la comida y debe pagar los alquileres, no somos Cristiano Ronaldo: Aquí tres cuartas partes de italianos trabaja en negro; ¡rebelaros!». Según un reciente estudio de la CGIL (principal sindicato italiano), en Palermo y provincia un trabajador de cada tres trabaja en negro.
Parecido es el mensaje de Alejandro: «Yo no espero a abril, estoy sin un euro, mi familia debe comer». Muchos ponen videos, mostrando su identidad, llamando a la revuelta social, haciendo ver sus propios hijos. Luky grita en uno de esos vídeos: «En casa pueden estar los que tienen un salario fijo, si nosotros debemos estar encerrados, el Estado nos tiene que llevar la comida y debe pagar los alquileres, no somos Cristiano Ronaldo: Aquí tres cuartas partes de italianos trabaja en negro; ¡rebelaros!». Según un reciente estudio de la CGIL (principal sindicato italiano), en Palermo y provincia un trabajador de cada tres trabaja en negro.
Robos en la calle
La llamada al saqueo de los supermecados no es solo en Sicilia, se extiende a otros lugares del sur. En esa mitad del territorio italiano, la economía sumergida da trabajo a casi cuatro millones de personas. En Campania, en particular en algunas zonas de la provincia de Nápoles, han aumentado los robos en la calle, con gente que quita las bolsas con los productos que algunos clientes acaban de comprar en los supermercados. Raro es el día donde en algunas provincias del sur no hay algún asalto a una farmacia. Hay gente que grita su angustia y su hambre desde el balcón: En Bari, la capital de Apulia, la consejera de Asuntos Sociales, Francesca Bottaloci, tuvo que presentarse personalmente a llevar dos paquetes con productos de primera necesidad a una familia que había puesto en las redes sociales un video gritando desde el balcón de su casa: «Ya no tenemos dinero, no tenemos nada. Venid a verlo».
Los llamados 007, el servicio de información, ha elaborado un informe reservado enviado al primer ministro Conte y a la ministra del Interior Lamorgese con esta advertencia: «Existe un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, sobre todo en el sur de Italia, donde la economía sumergida y la capilar presencia de la criminalidad organizada son dos de los principales factores de riesgo». A nadie se le escapa que las mafias están siempre listas para aprovecharse de cualquier ocasión explosiva. Para las organizaciones mafiosas el coronavirus representa una óptima oportunidad para sus criminales negocios.
Ese riesgo de la mafia lo advierte el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, quien advierte que la criminalidad organizada aprovechará para dirigir las revueltas. El regidor de la capital siciliana pide al gobierno que otorgue una renta de supervivencia: «Al lado de muchos que viven este momento de gravísima crisis con angustia pero con dignidad, hay grupos de chacales y de profesionales de la protesta que promueven acciones violentas, personajes y grupos que muestran y reivindican su pertenencia a la mafia. Pido a todos los ciudadanos que los denuncien a las autoridades policiales», advierte el alcalde de Palermo.
Son varios los regidores que dan la voz de alarma, entre ellos algunos de una zona con alta criminalidad, la Campania, donde la camorra considera que se le presenta una oportunidad de oro. Ciro Buonajuto, alcalde de Herculano, amenazado por la camorra, ha denunciado: «Tenemos un desempleo juvenil del 75 %, quien trabaja lo hace en muchísimos casos en precario; ahora temo los efectos económico-sociales: Puede extenderse la usura, el tráfico de droga, los negocios de la camorra…».
Los llamados 007, el servicio de información, ha elaborado un informe reservado enviado al primer ministro Conte y a la ministra del Interior Lamorgese con esta advertencia: «Existe un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, sobre todo en el sur de Italia, donde la economía sumergida y la capilar presencia de la criminalidad organizada son dos de los principales factores de riesgo». A nadie se le escapa que las mafias están siempre listas para aprovecharse de cualquier ocasión explosiva. Para las organizaciones mafiosas el coronavirus representa una óptima oportunidad para sus criminales negocios.
Ese riesgo de la mafia lo advierte el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, quien advierte que la criminalidad organizada aprovechará para dirigir las revueltas. El regidor de la capital siciliana pide al gobierno que otorgue una renta de supervivencia: «Al lado de muchos que viven este momento de gravísima crisis con angustia pero con dignidad, hay grupos de chacales y de profesionales de la protesta que promueven acciones violentas, personajes y grupos que muestran y reivindican su pertenencia a la mafia. Pido a todos los ciudadanos que los denuncien a las autoridades policiales», advierte el alcalde de Palermo.
Son varios los regidores que dan la voz de alarma, entre ellos algunos de una zona con alta criminalidad, la Campania, donde la camorra considera que se le presenta una oportunidad de oro. Ciro Buonajuto, alcalde de Herculano, amenazado por la camorra, ha denunciado: «Tenemos un desempleo juvenil del 75 %, quien trabaja lo hace en muchísimos casos en precario; ahora temo los efectos económico-sociales: Puede extenderse la usura, el tráfico de droga, los negocios de la camorra…».
«Atentos al sur, puede explotar»
Se hace eco del malestar en el “Mezzogiorno” el ministro para el sur, Peppe Provenzano, quien en una entrevista dice hoy a Repubblica: «Atentos al sur, puede explotar. Hay que actuar rápidamente, está en riesgo el mantenimiento de la democracia. Hay que extender la renta de ciudadanía» (se trata de la ayuda económica, en torno a los 550 euros de media, que ofrece el Estado a quien no tiene empleo).
En este contexto de gravísima crisis causada por el coronavirus, se explica también el dramático discurso que en la noche del viernes el presidente de la República, Giorgio Mattarella, dirigió al país, con la mirada puesta en Bruselas: «Estamos viviendo una página triste de nuestra historia. Hemos visto imágenes que será imposible olvidar. Algunos territorios, y en particular las generaciones más ancianas, están pagando un precio altísimo. Europa debe comprender la gravedad de la amenaza, o será demasiado tarde. Son indispensables ulteriores iniciativas comunes –añadió Mattarella-, superando viejos esquemas que ya están fuera de la realidad de las dramáticas condiciones en que se encuentra nuestro Continente».
El conocido científico italiano Silvio Garatini ha dicho estos días: «El sentido de la vida viene antes que el sentido de los negocios. Pero alguien ha invertido las prioridades». Pensando en Europa, un diplomático lo dijo con otras palabras: «Cuando se cuentan los muertos, no se cuentan los miles de millones»
En este contexto de gravísima crisis causada por el coronavirus, se explica también el dramático discurso que en la noche del viernes el presidente de la República, Giorgio Mattarella, dirigió al país, con la mirada puesta en Bruselas: «Estamos viviendo una página triste de nuestra historia. Hemos visto imágenes que será imposible olvidar. Algunos territorios, y en particular las generaciones más ancianas, están pagando un precio altísimo. Europa debe comprender la gravedad de la amenaza, o será demasiado tarde. Son indispensables ulteriores iniciativas comunes –añadió Mattarella-, superando viejos esquemas que ya están fuera de la realidad de las dramáticas condiciones en que se encuentra nuestro Continente».
El conocido científico italiano Silvio Garatini ha dicho estos días: «El sentido de la vida viene antes que el sentido de los negocios. Pero alguien ha invertido las prioridades». Pensando en Europa, un diplomático lo dijo con otras palabras: «Cuando se cuentan los muertos, no se cuentan los miles de millones»
Respecto a las revueltas en prisiones italianas, el Diario de Sevilla escribía el siguiente artículo el 9 de marzo:
La histeria por el coronavirus empieza en Italia a volverse dantesca. El miedo a la propagación del coronavirus en toda Italia y las medidas restrictivas aprobadas por el Gobierno para contener el brote han provocado motines en una treintena de cárceles de todo el país, que han dejado siete presos fallecidos en Módena (norte de Italia) y varios huidos en Foggia (sur).
La histeria además ha causado el desplome en la Bolsa de Milán, que ha cerrado con unas caídas de un 11,17 %, y la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo periodo, se ha disparado hasta los 227,8 puntos, frente a los 178 en los que cerró el viernes.
Según los últimos datos de Protección Civil, el coronavirus ha causado ya en Italia 463 muertos y 7.985 personas están actualmente contagiadas.
Los números no dejan de crecer y por eso el Gobierno acaba de aprobar una serie de medidas drásticas para intentar contener el virus, que pasan por aislar a 16 millones de personas que viven en la región de Lombardía y 14 provincias, la zona más afectada del país.
También ha suspendido de forma temporal las visitas a las cárceles por parte de familiares. Esto, sumado al temor a que el virus llegue a las prisiones y se extienda con rapidez, ha motivado que cientos de presos se hayan sublevado en una treintena de cárceles de todo el país.
Seis presos murieron el domingo en Módena; de ellos, tres fallecieron tras saquear la enfermería y los otros tres por causas que aún se deben esclarecer, explicaron fuentes del sindicato Coordinación Nacional de la Policía Penitenciaria (CNPP).
Según los medios italianos, las primeras hipótesis apuntan a que podrían haber muerto por consumo de estupefacientes durante el desconcierto de las protestas, pero la magistratura aún investiga lo sucedido.
En una cárcel de Foggia, en Apulia (sur), los presos han roto la puerta y han salido a la calle de forma masiva. Las informaciones locales apuntan a que al menos 50 habrían escapado y de ellos 38 habrían sido capturados y devueltos a la prisión, pero fuentes del sindicato de la Policía Penitenciaria han denunciado que 300 estarían huidos y 70 habrían sido capturados.
En la cárcel de San Vittore de Milán, varios reclusos han subido al tejado y han prendido fuego a unas sábanas mientras gritaban que querían libertad, y en la prisión de Ucciardone de Palermo se produjo un intento de fuga con varios presos que trataron de escalar la verja.
Protestas violentas se han vivido también en las cárceles romanas de Rebibbia y Regina Coeli, y en las de las ciudades de Augusta, Bolonia o Prato.
"Los detenidos tienen miedo que en una situación de contagio el sistema esté totalmente incapacitado. Es la sensación de decir: nosotros, que ya nos cuesta a veces conseguir un medicamento, a ver cómo podemos hacer frente a una situación compleja", explicó a Efe el responsable a nivel nacional de los derechos de las personas detenidas o privadas de libertad personal, Mauro Palma.
Las calles de alrededor de estas cárceles han sido cerradas al tráfico y rodeadas por la policía y miembros del cuerpo de los carabineros y de los antidisturbios.
Ante este panorama, el miembro del Partido Demócrata Franco Mirabelli ha propuesto que los presos que están a punto de cumplir su pena puedan completarla en arresto domiciliario para evitar problemas de hacinamiento.
El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, dijo que a partir de mañana martes se distribuirán100.000 mascarillas en instituciones penitenciarias, donde se han instalado 80 puntos de preselección para la detección del coronavirus.
El Gobierno italiano ha decretado el aislamiento de la región de Lombardía y otras 14 provincias del norte para intentar así controlar la expansión del virus.
Solo se podrá salir por estrictos motivos laborales, médicos o urgencias y las autoridades italianas impondrán multas y hasta el arresto a quienes quebranten sin motivo este aislamiento.
Las medidas han sido criticadas y consideradas excesivas por varias voces del país, pero otras, como el ex primer ministro Matteo Renzi, que forma parte del Gobierno con su partido Italia Viva, creen que deberían extenderse a toda Italia.
"Las acciones han sido calificadas como duras, pero no lo son. De hecho, creo que en los próximos días serán necesarias más. El virus se propaga más rápido que nuestros decretos. Personalmente, creo que toda Italia debería considerarse como una 'zona roja'", ha declarado en un comunicado.
Ante esta emergencia, el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, en la oposición desde que rompió en agosto de 2019 la alianza de Gobierno con el antisistema Movimiento 5 Estrellas, ha llamado al primer ministro, Giuseppe Conte, y ambos podrían reunirse en los próximos días para "evaluar las iniciativas" necesarias para gestionar la situación "en un espíritu de colaboración", según una nota del partido.
La histeria además ha causado el desplome en la Bolsa de Milán, que ha cerrado con unas caídas de un 11,17 %, y la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo periodo, se ha disparado hasta los 227,8 puntos, frente a los 178 en los que cerró el viernes.
Según los últimos datos de Protección Civil, el coronavirus ha causado ya en Italia 463 muertos y 7.985 personas están actualmente contagiadas.
Los números no dejan de crecer y por eso el Gobierno acaba de aprobar una serie de medidas drásticas para intentar contener el virus, que pasan por aislar a 16 millones de personas que viven en la región de Lombardía y 14 provincias, la zona más afectada del país.
También ha suspendido de forma temporal las visitas a las cárceles por parte de familiares. Esto, sumado al temor a que el virus llegue a las prisiones y se extienda con rapidez, ha motivado que cientos de presos se hayan sublevado en una treintena de cárceles de todo el país.
Seis presos murieron el domingo en Módena; de ellos, tres fallecieron tras saquear la enfermería y los otros tres por causas que aún se deben esclarecer, explicaron fuentes del sindicato Coordinación Nacional de la Policía Penitenciaria (CNPP).
Según los medios italianos, las primeras hipótesis apuntan a que podrían haber muerto por consumo de estupefacientes durante el desconcierto de las protestas, pero la magistratura aún investiga lo sucedido.
En una cárcel de Foggia, en Apulia (sur), los presos han roto la puerta y han salido a la calle de forma masiva. Las informaciones locales apuntan a que al menos 50 habrían escapado y de ellos 38 habrían sido capturados y devueltos a la prisión, pero fuentes del sindicato de la Policía Penitenciaria han denunciado que 300 estarían huidos y 70 habrían sido capturados.
En la cárcel de San Vittore de Milán, varios reclusos han subido al tejado y han prendido fuego a unas sábanas mientras gritaban que querían libertad, y en la prisión de Ucciardone de Palermo se produjo un intento de fuga con varios presos que trataron de escalar la verja.
Protestas violentas se han vivido también en las cárceles romanas de Rebibbia y Regina Coeli, y en las de las ciudades de Augusta, Bolonia o Prato.
"Los detenidos tienen miedo que en una situación de contagio el sistema esté totalmente incapacitado. Es la sensación de decir: nosotros, que ya nos cuesta a veces conseguir un medicamento, a ver cómo podemos hacer frente a una situación compleja", explicó a Efe el responsable a nivel nacional de los derechos de las personas detenidas o privadas de libertad personal, Mauro Palma.
Las calles de alrededor de estas cárceles han sido cerradas al tráfico y rodeadas por la policía y miembros del cuerpo de los carabineros y de los antidisturbios.
Ante este panorama, el miembro del Partido Demócrata Franco Mirabelli ha propuesto que los presos que están a punto de cumplir su pena puedan completarla en arresto domiciliario para evitar problemas de hacinamiento.
El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, dijo que a partir de mañana martes se distribuirán100.000 mascarillas en instituciones penitenciarias, donde se han instalado 80 puntos de preselección para la detección del coronavirus.
El Gobierno italiano ha decretado el aislamiento de la región de Lombardía y otras 14 provincias del norte para intentar así controlar la expansión del virus.
Solo se podrá salir por estrictos motivos laborales, médicos o urgencias y las autoridades italianas impondrán multas y hasta el arresto a quienes quebranten sin motivo este aislamiento.
Las medidas han sido criticadas y consideradas excesivas por varias voces del país, pero otras, como el ex primer ministro Matteo Renzi, que forma parte del Gobierno con su partido Italia Viva, creen que deberían extenderse a toda Italia.
"Las acciones han sido calificadas como duras, pero no lo son. De hecho, creo que en los próximos días serán necesarias más. El virus se propaga más rápido que nuestros decretos. Personalmente, creo que toda Italia debería considerarse como una 'zona roja'", ha declarado en un comunicado.
Ante esta emergencia, el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, en la oposición desde que rompió en agosto de 2019 la alianza de Gobierno con el antisistema Movimiento 5 Estrellas, ha llamado al primer ministro, Giuseppe Conte, y ambos podrían reunirse en los próximos días para "evaluar las iniciativas" necesarias para gestionar la situación "en un espíritu de colaboración", según una nota del partido.
No creo que haya que añadir mucho más, el capitalismo tal y como lo conocemos está agonizando ante nuestros ojos.
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